Escatología es la rama de la teología que se ocupa de las verdades últimas. En griego: escaton = último, logos = tratado.

La Teología es la disciplina que se ocupa de Dios y de la relación entre Él y el hombre: es ciencia pues expresa los contenidos de la fe de FORMA SISTEMÁTICA y aplica PROCEDIMIENTOS METODOLÓGICOS. Es distinto de las ciencias humanas o naturales, pues su objeto final, que es Dios, no es demostrable empíricamente.

Pero es claro que la teología debe ocuparse del hombre y de su capacidad de Dios, no de un Dios aislado.

También la filosofía trata de demostrar la existencia de Dios, pero su base es diferente: en la FILOSOFÍA ES LA RAZÓN, mientras que en la Teología las fuentes son LAS ESCRITURAS, el Magisterio y la Tradición, además de la labor de los teólogos

Dice Urs Von Balthasar, “La Escatología es el signo de los tiempos de la teología contemporánea”.

La Escatología se divide en dos: Escatología individual (posmortuoria), que trata del destino que me espera a mí, como ser humano en particular, y la Escatología general (anteposhistórica), que trata del destino que le espera a la humanidad en su conjunto.

La Escatología presupone una cosmovisión del tiempo lineal, no como el existencialismo o la filosofía griega antigua ó la hindú, en que el tiempo es cíclico, concebido como “eterno retorno”, de allí que crean en la reencarnación.

En la concepción cristiana hay un ALFA y un OMEGA.

La muerte del hombre no es un “peras” sino un “teleos”, una meta, ya que tendemos a una plenitud.

Y un Dios amoroso que guía, una HISTORIA DE LA SALVACION.

Hay un tiempo kronos, es decir de fechas y horas, y un tiempo kairós, de la gracia, de la actuación divina.

Escatología particular

MUERTE Y RESURRECCION

La historia se encamina a la restauración de todas las cosas, del cosmos, y de nuestro cuerpo. Será una compenetración perfecta de las cosas divinas con las materiales, no habrá el divorcio actual.

Temporalidad: espíritu encarnado que se realiza en actos temporales, los espíritus tienen decisión eterna.

En qué momento se está muerto? Eutanasia. Detención de fluidos (sabia, sangre...) detención de actividad cardíaca. Hoy: la cesación de actividad neurológica. Problema: es cercano al suicidio, 2) quién decide?

El cerebro es la posibilidad de actividad intelectual, como la luz que pasa la ventana.

Se van perdiendo vista, gusto, olfato, tacto. El espíritu tarda un tiempo en dejar de informar el cuerpo. Depende del tipo de muerte. Puede quedarse por algún apego.

Gracias al espíritu el hombre posee la resurrección.

Resurrección: Catecismo de la Iglesia Católica No. 1016. En la resurrección, Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado, reuniéndolo con nuestra alma.

La buena nueva enseña que hemos de esperar la resurrección no solo como mera glorificación de nuestro cuerpo, sino como forma plena de comunión e identificación con el Xto. de la pascua.

En el AT la retribución estaba restringida al ámbito temporal. El justo vive muchos años, mientras que la muerte prematura es tomada como señal de maldición: Dt 30, 15.

Eclasiastés 1, 2 “vanidad de vanidades” es todo esfuerzo en esta vida porque la muerte acaba con todos, necios y sabios.

Las almas de los justos están en manos de Dios: Sab 3, 1

Con la persecución de Antíoco Epifanes madura la fe en la resurrección de los muertos.

El libro de Daniel invita a los judíos a mantenerse fieles a su religión, confiando en que el Juez justo dará a cada uno su merecido: “Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán” (Dn 12, 2).

Libro segundo de los Macabeos, historia de la persecución de Antíoco. Él quería helenizar a los judíos, violando la ley mosaica y comiendo carne de cerdo. Una madre y sus hijos se mantienen firmes en su fe. La esperanza de recuperar sus miembros aparece claro en cap. 7.

Cristo es primicia de la resurrección. NT.

Disputa con los saduceos que negaban la R. Desconocen las Escrituras: “Yo soy el Dios de Abraham, Isaac y Jacob: Ex 3, 6. Los patriarcas no desaparecen, están en la presencia de Dios.

Mc 15 da testimonio de muerte – resurrección: sepultura, el centurión certifica su muerte, es enterrado en un sepulcro y los apóstoles lo encuentran vivo.

Emaús: “fue necesario” no es simple recuperación de vida, sino un nuevo modo de existir.

Hechos: los apóstoles son testigos del resucitado.

Romanos establece relación entre Adan y Xto: por uno entra el pecado, por otro la vida.

“En Adán todos mueren, en Cristo todos recibirán la vida”. El es PRIMICIA.

En el 4º evangelio Xto aparece como protagonista del día de la R: llega la hora en que todos los que estén en el sepulcro oirán su vo, y saldrán los que han hecho bien para una R de vida, y los que hayan cometido pecado para el oprobio: Jn 5, 28.

“Yo soy la Resurrección y la vida”: Jn 11, 25.

Atenágoras “De resurrecctione” primer defensa apologética: es necesario que no solo el alma reciba el premio de las cosas que realizó, sino también su cuerpo”.

Características del cuerpo resucitado:

Es sutil (penetrar), puro (íntegro), ágil (bilocación o traslación rápida), luminoso, reflejo de la Resurrección de Xto.

S Agustín: “las almas tienen un natural apetito por administrar su cuerpo”.

Es conveniente vivir de cara a nuestra muerte, participar en ritos, pensar continuamente en la caducidad de la vida, para no tener miedo y para estar siempre preparados.

Es participación en la Pascua.

El anticristo “será herido de muerte y se levantará a los tres días” pero es diverso a la resurrección.

La muerte no es el fin de la vida, sino el comienzo de la Verdadera Vida. Para los que mueren en Dios, la muerte es un paso a un sitio/estado mejor... mucho mejor que aquí. No hay que pensar en la muerte con temor, es el paso a través de esa pared para ver y vivir algo inimaginable.

Santa Teresa de Jesús: “la vida terrena es como pasar una mala noche en una mala posada”

San Juan Crisóstomo, "la muerte es el viaje a la eternidad". En resumen, es el encuentro definitivo con Dios.

Retribución:

¿El alma inmortal que parte del cuerpo en la muerte y que se dirige al cielo directamente? ¿o duerme en el sepulcro hasta la resurrección, sin recibir nada de premio o castigo? ¿O se va al “Hades” mientras espera su juicio?

Juicio Particular: consiste en una especie de radiografía o "scaneo" espiritual instantáneo que recibe el alma por iluminación divina, mediante la cual ésta sabe exactamente el sitio/estado en que le corresponde ubicarse para la eternidad, según sus buenas y malas obras.

Dice el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica: "Cada hombre después de morir recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular, bien a través de una purificación, bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del Cielo, bien para condenarse inmediatamente para siempre" (#1022).

Ya pero todavía no: conoce el veredicto de ese juicio, pero queda en espera, hasta la Parusía.

Retribución en el AT: Es colectiva: Dios premia o castiga a la nación con relación a la fidelidad a la elección. También es individual. Pero ambas más bien en esta vida: riqueza, larga vida, hijos, son signo de premio por cumplir los mandamientos.

En Daniel y 2 Macabeos la Resurrección empieza a ser ultraterrena.

Es el libro de Daniel el documento inspirado del A. T. que habla más explícitamente de la suerte diferente que aguarda a los buenos y a los impíos después de la muerte (Dan 12, 1-3). En el último día del mundo, muchos de entre los muertos resucitarán: unos, es decir, los israelitas fieles a la Ley, resucitarán para la vida eterna; otros, para la vergüenza eterna.

También el segundo libro de los Macabeos afirma claramente la resurrección de los muertos (2 Mac 7). Admite, además, la posibilidad de una satisfacción después de la muerte por las faltas cometidas y no expiadas aún (12, 43-46). La resurrección de los justos, según 2 Mac, tendrá lugar al fin de los tiempos; mientras tanto, los justos viven en un estado transitorio, esperando la resurrección general.

NT

No fue la resurrección de Lázaro la que dio confianza a la iglesia sobre su propia futura glorificación, sino la resurrección de Cristo mismo en INMORTALIDAD (Jesús dijo a Marta simplemente: “Tu hermano resucitará” (Jn 11,23). Así fue como se expresó Pablo en cuanto a la resurrección de Cristo: “Si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe, aún estamos en pecado” (1 Cor. 15:17).

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Jn 3:2). Aquí Juan está prácticamente descartando la posibilidad de ver al Señor Jesús tal como él es en el momento de nuestra muerte. Juan dice enfáticamente, y sin rodeos, que veremos al Señor tal como él es cuando SE MANIFIESTE en persona, es decir, en su segunda venida.

“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Ap 22:12).

Pablo fue claro cuando dijo: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, EN AQUEL DÍA (es decir, en la manifestación de Jesús, según el verso 1); y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Tim. 4:8).

El fiel Job creía en la resurrección del cuerpo, y estaba consciente de que sería resucitado para poder ver a su Redentor y Dios. En ningún momento él creyó que después de morir partiría velozmente al cielo a través de su alma o su espíritu para ver a Dios. Estas son sus declaraciones: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de desecha esta mi piel, en mi CARNE he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis OJOS lo verán, y no otro...” (Job. 19:25-27).

Al profeta Daniel se le dijo: “Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te LEVANTARÁS para recibir tu heredad al fin de los días” (Daniel 12:13). Es claro entonces que el mismo fiel profeta Daniel reposaría en su sepulcro para esperar su resurrección corporal para recibir su heredad o recompensa. Dice claramente “al fin de los días” de este mundo, no “en el fin de sus días”.

El espíritu regresa a Dios—¡no el alma! (elemento energético que anima el cuerpo). En Eclesiastés leemos que el hombre muere (pío e impío) y que su espíritu regresa a Dios quien lo dio. Dice así el texto: “¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?... “y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” (Eclesiastés 3:21; 12:7). De modo que la Biblia enseña que son los espíritus de todos los hombres — y no sus almas— los que suben a Dios, que es el que los dio.

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NT en comparación al AT. Nuestro Señor une frecuentemente la idea de la Retribución en este mundo con la del fin de los tiempos. Así sucede, p. ej., en las bienaventuranzas y en las imprecaciones, tal como se nos ofrecen en Lc 6, 20-26. Lo mismo acaece cuando Jesús promete la recompensa a los discípulos que lo han seguido y han renunciado a todo por amor a Él: «recibirán el céntuplo ahora en este tiempo..., y la vida eterna en el siglo venidero» (Mc 10,29). También cuando asegura a sus seguidores que hallarán el descanso para sus almas, y promete aliviar a los que estén fatigados (Mt 11,28 ss.); y cuando habla del castigo de Jerusalén (Mt 23,37 ss.; cfr. Lc 19,41-44).

Pero también Cristo habla de la vida y del castigo eternos que serán dados a los buenos y a los malos en el último juicio (Mt 25,46; cfr. Me 8,35; 9,43 ss.), y del tesoro que irán amontonando en el cielo los buenos con su desprendimiento de las riquezas de este mundo y con sus obras buenas (Mc 10,21; Mt 6,19). Tienen igualmente sentido escatológico las imágenes de «sentarse a la mesa en el Reino de Dios» (Lc 13,29), y las de «más vale entrar manco en la vida, que con ambas manos ir a la gehenna, al fuego inextinguible» (Mc 9,43.47), que está «preparado para el diablo y para sus ángeles» (Mt 25,41).

Cada uno recibirá la retribución en conformidad con sus obras (Rom 2,6; 1 Cor 5,10; 2 Tim 2,12; Ap 20,12). Además, si exceptuamos el texto de 1 Cor 11,30 en que S. Pablo parece aludir a una R de Dios en este mundo, la R se pone siempre en el día de la Parusía, en el juicio final (2 Cor 5,10; lac 5,9; 1 Pet 1,4 s.; 4,13; 5,14; Ap 22,12). Y se basa sobre las obras de cada uno (lo 5,29) y sobre la fe en Cristo (lo 12,47-50; 2 Thes 1,7). El premio se describe bajo las imágenes de ingreso en el Reino eterno del Señor (2 Pet 1,11), de gloria, honor, paz, inmortalidad y gozo (Rm 2,6 s. 10; 1 Pet 4,13). El castigo, en cambio, es como una muerte que dura eternamente (lo 5,24; 8,51; Rom 1,32; 6,21 ss.; lac 1,15; Apc 2,11), como la perdición y la ruina del hombre (Fil 1,28; 1 Tes 5,3; 1 Tim 6,9)

El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo nos recuerda el sentido de nuestra vida en la tierra y lo que nos espera después de la muerte. El hecho de que la Santísima Virgen fuera llevada en cuerpo y alma al Cielo, cuestión que es dogma de fe para el católico, es un verdadero signo de esperanza.

María, que indudablemente fue adornada de gracias excepcionales por Dios Padre para servir de Madre natural a Su Hijo Jesús, es -a pesar de estos dones especiales- plena y totalmente humana como somos todos los hombres y mujeres de este mundo.

El que María sea una mujer plena y totalmente humana, unido al hecho de que Ella está en el Cielo en cuerpo y alma en forma gloriosa, nos lleva a reflexionar sobre el destino que Dios tiene preparado a todo aquél que viva de acuerdo a esta verdad que aprendimos desde el Catecismo de Primera Comunión: hemos sido creados para conocer, amar y servir a Dios en esta vida y luego gozar plenamente de Su Presencia en la eternidad.

JP II: Catequesis sobre escatología (11-8-99): "La vida cristiana ... exige tener la mirada fija en la meta, en las realidades últimas y, al mismo tiempo, comprometerse en las realidades 'penúltimas' ... para que la vida cristiana sea como una gran peregrinación hacia la casa del Padre".

Gobierno Mundial (Ex cursus)

Varios hombres han tenido el sueño de dominar el mundo entero:

Alejandro Magno, el Rey Arturo, Napoleón, Hitler y otros

Por la Biblia sabemos que un hombre lo logrará, el anticristo, el último “rey” antes de Jesucristo, quien será verdadero Rey de la humanidad.

En el mundo moderno son grupos. El más conocido, la masonería, antigua “Hermandad” del Rey Herodes y algunos líderes judíos.

Masonería iluminista: 1776 Adam Waishaupt.

Comité de los 300. Inicios siglo XX. Perteneció a él la reina de Inglaterra, Países Bajos, Grecia-Dinamarca y diversas familias reales europeas.

Council on Foreign Relations (CFR fundado en 1919), la Trilateral Commission (fundada en 1973), la Conferencia Bilderberg (formada en 1954), El Club de Roma (1968, )y otros como el Cato Institute, American Enterprise Institute (AEI) y el Proyect for a New American Century (PNAC).

El Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) es una institución de incalculable y extraordinaria influencia pública, que se considera como el foco y núcleo fundamental y de mayor poder del imperio mundialista.

Ha sido promotor indudable de otras importantes instituciones de carácter mundialista como lo son el Club Bilderberg, la Comisión Trilateral y el Club de Roma. Son parte de una élite de poder que controla, entre bastidores, al gobierno de los Estados Unidos. Sus miembros son políticos, financieros, catedráticos universitarios, dueños de los medios de comunicación más influyentes de América, y presidentes de grandes compañías que usan su influencia para infiltrar el Nuevo Orden Mundial en la vida americana.

Hay un testimonio del Almirante Chester Ward, miembro del CFR por más de 10 años que después denunció los auténticos fines de la institución: "Dentro del CFR existe un grupo mucho menor, pero mucho más poderoso, compuesto por banqueros internacionales del Wall Street y sus principales agentes. Primariamente desean que el monopolio mundial de la banca se hurte a cualquier poder para que caiga bajo el control del gobierno global. Este núcleo del CFR está dirigido por los hermanos Rockefeller". En otra ocasión, acusó al CFR de ser una "banda cuyo principal objetivo es terminar con la soberanía y la independencia nacional de los Estados Unidos".

El Grupo Bilderberg

Necesitaban de otras instituciones subordinadas al CFR de donde pudieran integrarse personalidades de otros países, vinculados al proyecto mundialista. Este proyecto se ha ido concretando a través de la creación de otros grupos internacionales de mira globalista, como son el Grupo Bilderberg fundado en 1954.

El propósito principal de los Bilderbergs, así como el del CFR, es el establecimiento de un Gobierno Mundial. Se estima que existen cerca de 200 hombres influyentes de las naciones miembros de la OTAN que pertenecen al Grupo Bilderberg. El objetivo final del Club Bilderberg es el control de todo el mundo. Entre sus planes figura establecer:

Un gobierno mundial

Una iglesia universal

La despoblación mundial

Socialismo ateo

La Comisión Trilateral

Organización triangular: Norteamérica – Europa – Japón. Fue creada en 1973. Y una vez más el gran impulsor de la Comisión Trilateral es David Rockefeller. Su figura más representativa es Henry Kissinger.

La integración de la Comisión Trilateral es mucho más amplia, ya que a diferencia del Bilderberg, se admiten no anglosajones.

Un sistema mundial, en la que la URSS debiera estar integrada en el Nuevo Orden Mundial. La supresión de las soberanías nacionales, que en aras de un nuevo orden de paz y progreso deberán ser transferidas a instituciones supranacionales dirigidas por una elite científica y financiera mundial. Brzezinski, el ideólogo, preconiza el ocaso de las ideologías y de las creencias religiosas tradicionales, pues sólo los elementos suministrados por la tecnología y la electrónica podrán permitir a las sociedades humanas avanzar hacia el bienestar y progreso, los dos grandes pilares de la era tecnotrónica.

El Club de Roma

El Club de Roma (CDR) nació en abril de 1968 a instancias de Aurelio Peccei, miembro destacado del Grupo Bilderberg, del Comité Directivo de la empresa Fiat y del Consejo de Administración del Chase Manhattan Bank.

Aurelio Peccei: que “uno de los mayores obstáculos para el progreso de la humanidad es el concepto de la soberanía de cada nación” y así lo ha confirmado uno de los jefes del Club de Roma, Alexander King, al decir que “la sociedad mundial requiere una única dirección, un gran capitán que guíe la tierra hacia un destino común”.

Escatología general

El Rapto y el Reino medianero en el mundo por Jesucristo es rescatado en la edad moderna por Manuel Lacunza, sacerdote jesuita chileno. Su libro, resumen del postulado, es “La Venida del Mesías en Gloria y Majestad”, escrito en 1791 y publicado con el pseudónimo Ben Ezra, en 1812.

San Agustín, predicando contra el hereje Cerinto, desacreditó el milenarismo, espiritualizando tánto el Reino de Cristo, que lo acabó confundiendo con el Cielo.

Después, hacia los siglos XIII y XIV se elaboró una doctrina sosteniendo que la Iglesia jerárquica y sacramental es ya el Reino, simbólica y jurídicamente, y su perfección real se daría para cada hombre en el más allá, en la Iglesia Triunfante; el Juicio Final no era sino la sanción solemne del encuentro ya consumado para cada alma.

En cambio, la doctrina de Lacunza es más clara:

Dos eones, el actual, y el futuro, después de la Parusía, en este mundo, divididos por el “Día del Señor”.

El P. Lacunza señala el cambio de los tiempos, en el que Dios, por su poder y misericordia cambiará los tiempos actuales de pecado y desgracia, por tiempos de justicia, santidad, verdad y felicidad.

Las promesas de Isaías (Cap. 65) hablan no solo de una bondad moral, sino también de una física y material.

Hoy día, la escatología tradicional niega la concretización de la Parusía, una especie de gnosticismo moderno.

En resumen: Aunque definitivamente ha llegado ya, Cristo sigue siendo siempre el que debe venir, puesto que el 'último día' del tiempo presente es el 'Día del Señor', que llevará un juicio sobre aiôn outos (siglo actual) para abrir definitivamente el camino a la plenitud del aiôn mellón (siglo futuro).

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José Alberto Villasana Munguía

José Alberto Villasana Munguía es escritor y analista de escenarios políticos, económicos y religiosos internacionales.

Estudió Teología (Universidad Gregoriana de Roma), Filosofía (Universidad Angelicum de Roma), Humanidades Clásicas (Centro de Estudios Superiores de Salamanca, España) y Comunicación Internacional (ITAM, México) especializándose en Escatología desde 1995.

Es Consejero Académico del Instituto Internacional de Derechos Humanos.

Es miembro directivo del Club de Periodistas de México.

Es Presidente de la asociación civil Vida para Nacer.

Ha recibido en tres ocasiones el Premio Nacional de Periodismo en categorías de Investigación de Fondo.

En 2007 fue investido Caballero de la Orden de Malta en el grado de Caballero de Gracia Magistral.

Está certificado como Intercesor católico en los carismas del Espíritu Santo por la Encounter School of Ministry.